Bill Gates
William Henry Gates III nació un 28 de octubre de 1995 en Seattle. Hijo de William Henry Gates II, un destacado abogado, y de Mary Gates, una profesora de la Universidad de Washington y directora del First Interstate Bank.
Cursó estudios en la escuela privada de Lakeside, donde conoció a Paul Allen, con quien más tarde fundaría Microsoft.
Gates y Allen programaban juegos sencillos sentados frente a aquel enorme, pesado y lento aparato hasta que éste deglutía los resultados, que luego aparecían en una gran impresora. “Entonces, nos lanzábamos sobre ella para echar un vistazo y ver quién había ganado”, confiesa Gates en su autobiografía. Una maniobra que tardaba ¡30 segundos! Aquel trasto, llamado PDP-8, fabricado por "Digital Equipment", costaba 18.000 dólares. Ocupaba el tamaño de un pequeño armario de metro y medio de altura, pero sirvió para que un joven de 13 años soñase con que algún día millones de individuos podrían tener sus propios computadores. “Estoy seguro de que una de las razones por las que estaba tan decidido a ayudar a que se desarrollara el ordenador personal era porque quería tener uno para mí”, ha dicho varias veces.
Esa visión comenzó a hacerse realidad en 1975.
En poco tiempo, Microsoft se convirtió en el estándar de la industria y Gates consiguió salir en la portada de Time por primera vez (saldría seis veces más) como el hombre que había hecho magia con chips –su amigo Paul Allen ya estaba aquejado de un cáncer y no podía llevar el mando de la empresa–. “En realidad, todo el éxito de Gates se basó en aquel contrato con IBM”, dice Brian Subirana, profesor de Sistemas de Información de la escuela de negocios IESE (Universidad de Navarra). Pero el programa de Microsoft era aún muy tosco de manejar; casi para especialistas. Otro joven, Steve Jobs, que también había abandonado la universidad, agregaría un ratón para pinchar y mover las cosas con más simpatía en sus ordenadores Apple. La pantalla se llenaba de figuras e iconos que representaban objetos naturales como papeleras o carpetas. Gates visitó a Jobs y, fruto de su colaboración, nacieron los programas Microsoft Word y Excell, dos productos sin los que hoy no se podría vivir en el mundo de la informática. Pero Apple no quería que su sistema fuera compatible con ningún otro, de modo que Gates se llevó su invento y lo adaptó a los PC. Y haría algo más, construir un nuevo programa informático que convertía la pantalla en una forma más divertida de manejar el ordenador, a través de un ratón y unas ventanitas.
Lo llamó Windows (ventanas, en inglés).